En
este Primero de Mayo, después de más de cuatro años desde que estalló
la crisis del sistema capitalista, la juventud trabajadora debemos traer
una vez más a la memoria la lucha de todos aquellos que no se
resignaron, que plantaron cara a la pauperización de sus condiciones
laborales, siendo la labor de continuar su lucha una obligación para
todos nosotros y nosotras.
En
medio de una ola de recortes sin precedentes, el ejemplo de los
Mártires de Chicago debe servirnos para hacer frente a estas medidas
destinadas a sumir a la clase obrera en unas condiciones de vida y
laborales cada vez más pobres. Mientras que la oligarquía sigue
llenándose los bolsillos, con el apoyo de un Estado y un Gobierno fieles
a sus intereses, a los jóvenes nos hunden en el pozo de la precariedad,
del paro y de la emigración.
En
crisis de este tipo se descubre la verdadera naturaleza del Estado
capitalista, que no es más que una herramienta en manos de unos pocos
empresarios para someter a la mayoría de la población. Las y los jóvenes
comunistas ya hemos visto claro que la única manera de que nuestra voz
sea escuchada y de ser forjadores de nuestro propio destino es con la
construcción de un sistema alternativo, un sistema donde la gestión de
los recursos y la organización del trabajo corra de nuestra cuenta, de
la del conjunto de la clase obrera.
Esa
Reforma Laboral que combatimos el 29 de Marzo, no se puede frenar en
una sola batalla. Por eso entendemos que es una necesidad apremiante el
seguir combatiéndola con todas nuestras fuerzas; no podemos resignarnos y
dejar que se sigan imponiendo las órdenes de una patronal ansiosa de
aumentar sus beneficios empresariales extrayéndonos más plusvalía y
exprimiéndonos cada vez más. Una Reforma Laboral que abarata el despido,
profundiza la precariedad, da más poder a los empresarios y a las ETT’s
y trata de desregularizar el mercado de trabajo y reducir la capacidad
de intervención de los sindicatos en la empresas es un atentado en toda
regla al conjunto de la clase trabajadora y su juventud.
A
esta Reforma Laboral impuesta por el Gobierno y alentada por los
empresarios y las instituciones europeas, hay que sumar otras medidas
que pretenden acabar con lo conquistado por la clase obrera durante
décadas de lucha. Quieren acabar con la Sanidad y la Educación Pública,
además de recortar en otros gastos sociales; les bajan los impuestos a
los grandes empresarios y se perdona a los que defraudan a Hacienda; se
sigue manteniendo a una Casa Real corrupta y en decadencia…
Todo
esto es insultante cuando nos estamos acercando a los 6 millones de
personas paradas, y se siguen sin plantear estrategias serias de
creación de empleo que vayan más allá de rescatar a la economía
especulativa e intentar volver al crecimiento ficticio, o favoreciendo
la creación de una economía que vuelva a girar en torno a la
construcción y al fomento de la del juego o el turismo. La lacra del
paro no se va a solucionar intentando volver al “floreciente” año 2002,
sino aplicando medidas que favorezcan la creación de un tejido
productivo fuerte y sostenible, invirtiendo en industria de alto valor
añadido y nacionalizando las empresas con alta importancia estratégica
para los intereses del conjunto de la sociedad.
Desde
la Unión de Juventudes Comunistas de España entendemos este Primero de
Mayo como una nueva oportunidad para hacer frente a todos estos
recortes, y creemos que es una jornada de vital importancia para avanzar
en la creación de un bloque social que haga frente a las ofensivas del
capital hacia la juventud trabajadora, tanto hacia aquellos que están en
paro, como hacia aquellos que trabajan o estudian. Debemos luchar por
nuestro futuro, y el primer paso es paralizar los recortes para después
pasar a la ofensiva.
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